EL CAMINO DE LOS YOGA SUTRAS

Una guía práctica al corazón del Yoga

Por Nicolai Bachman

Traducción y Adaptación de Zoe Aranda

Los Yoga Sutra-s consisten en 195 aforismos cortos y concisos que describen en detalle la conciencia humana. La manera en que tradicionalmente se aprendían era de corazón y a través del canto para luego integrarlos en la práctica de Asanas de Yoga. 

Escritos en sánscrito, lenguaje designado a describir sutilmente los aspectos del Yoga, nos desvelan el funcionamiento e interacción de nuestra mente-corazón y viceversa. Además, exploran cómo ocurre el sufrimiento y cómo redefinir y mejorar nuestro cuerpo y nuestra respiración.  Hacen especial énfasis en dirigir nuestra atención a nuestro interior y así entender plenamente cual es nuestra verdadera naturaleza.

Integrar las enseñanzas del Yoga se traduce en experimentarlas fuera y dentro de nosotros mismos. La buena interacción ciudadana y social, los cuidados, desarrollar y estabilizar nuestro cuerpo físico y nuestra respiración, la auto-observación, la contemplación, y la meditación profunda, todo esto contribuye a la clarificación de nuestro cuerpo-mente. Otra consecuencia es que nuestros órganos sensoriales se vuelven claros y precisos, y percibimos los objetos como realmente son. Y en ese punto en el que somos capaces de deslocalizar nuestra atención del mundo exterior y dirigirla hacia el interior, podemos conectarnos con nuestra pura luz interior de conciencia que todas las criaturas comparten. Yoga es el proceso de calmar o aquietar las distracciones de nuestra corazón-mente.

Sattva, en el contexto del Yoga es importante en tanto que representa aquello que es universalmente aceptado como bueno y positivo. Su cualidad incluye amor, compasión, sabiduría, inteligencia, veracidad, brillo, pureza, armonía, balance, no violencia, virtud, pertinencia y adaptabilidad.

De hecho, en el Sattva existe un estado del ser que implica actuar según Sattva, sabiendo cuando y como actuar por el bien mayor, y no estar atado a los resultados de nuestras acciones. Como nuestro corazón-mente se vuelve más refinado con la práctica y el proceso que implica el Yoga, nuestro ser se convierte gradualmente más y más sattvico.

La aproximación a las enseñanzas del Yoga:

El autor ha seleccionado 51 claves principales del Yoga para centrarse y explorarlos en profundidad.

Aprender todo acerca de lo que es el Yoga requiere comprensión de éstos principios del núcleo, de manera intelectual y experiencial. Cada principio explicado, adquiriendo este vocabulario básico del yoga te conectará para conversar con otros usando las palabras en sánscrito. Discutiendo estas ideas con otros ampliará tu entendimiento de éstas.

La paciencia es la clave. Los principios y prácticas del Yoga penetrarán en tu sistema así tu estudies y los integres con el tiempo. Los conceptos están ordenados para consolidarse uno después del otro. Contemplar cada pensamiento profundamente y calmadamente y practicar los ejercicios para experimentar qué significa para ti el concepto. El texto invita a leer cada aforismo y su explicación, degustándolo, es decir, tomándote tu tiempo para así digerirlo como si de una gustosa comida se tratara. Aprender los principios del Yoga expandirá y hará que profundices tu práctica de Asanas.

ATHA : Preparación y compromiso

Existe un periodo de tiempo inicial, hasta que uno no se compromete en el que cabe la posibilidad de que abandone o se retire. El momento en el que uno definitivamente se compromete consigo mismo entonces la Providencia mueve ficha. Todo tipo de cosas que de otra forma no hubieran ocurrido, surgen para ayudarle a conseguir su propósito. La audacia tiene un genio, un poder y una magia intrínseca. Traducción y adaptación de las palabras de Johann Wolfgang Van Goethe.

Los comienzos como los finales pueden ser excitantes o difíciles. Comenzar algo nuevo implica cambio, un paso adelante hacia un objetivo eventual.

Atha es la primera palabra en los Yoga Sutras y es considerada como un propicio camino para empezar. En cualquier momento que tomamos una decisión importante, a menudo el universo nos apoyará energéticamente a llevarla a cabo.

En este caso hace referencia al comienzo del estudio de quienes somos, donde estamos y de cómo podemos realizar cambios sustanciales para nuestro ser interior y exterior para estar menos involucrados con los objetos materiales y más en sintonía en cómo nos sentimos y en cómo nuestras acciones afectan a aquellos que tenemos en nuestro alrededor.

Aprender, mientras practicamos e integramos los varios aspectos del yoga sucede con el paso de un largo periodo de tiempo y requiere paciencia y perseverancia. Ten cuidado, tu entusiasmo y energía inicial pueden no perdurar. Permite a la información asentarse en tu núcleo gradual e intencionalmente. No corras. El cambio interior auténtico y perdurable requiere tiempo. Nuestro entusiasmo para aprender sumado a la frecuencia con la que practicamos afectarán claramente a la velocidad de proceso de aprendizaje.

Así que mantener una interrelación corazón-mente fresca y abierta favorece que la información sea absorbida como una esponja. La repetición refuerza el conocimiento aprendido mediante la creación de un patrón en el corazón-mente. Un claro ejemplo serían los niños los cuales además de tener el corazón-mente vacíos, repiten constantemente lo recién aprendido hasta tenerlo integrado dejando una impresión o huella duradera en su memoria.  Durante el crecimiento acumulamos obstáculos para el aprendizaje como por ejemplo las limitaciones físicas, las cicatrices emocionales y la rigidez intelectual y espiritual.

Cultivar una mente de principiante durante nuestros estudios nos permitirá verdaderamente alcanzar la vasta profundidad que implica el Yoga.

Internet nos provee de ilimitadas cantidades de información, con gran diversidad de direcciones a tomar, ¿Cómo podríamos focalizarnos en aquellas que son más beneficiosas para nuestras vidas? Sentados en un placentero estado de quietud nos brinda la oportunidad de observar los caóticos movimientos del mundo. Reagrupando, después plantear una intención y decidir siguiendo una dirección concreta, nos abrirá nuevas oportunidades que de otra forma no hubieran surgido o nos las hubiéramos planteado. A veces, “mordemos más de lo que podemos masticar” haciéndonos cargo de demasiados proyectos. Lo que puede originar estrés. Entonces, es importante sentarnos tranquilamente y sopesar si tenemos el tiempo y los recursos para llevar a cabo otra tarea. Un ejemplo: la decisión de tener hijos requiere que uno deje ciertas actividades para poder dar a sus hijos la atención que necesitan. De repente tus prioridades han cambiado y empieza un nuevo tipo de vida.

El compromiso abarca una sólida y creciente energía que provee estabilidad y estructura a nuestras vidas. La decisión de aprender y experimentar lo que realmente es el Yoga requiere diligencia y esfuerzo, lo que indudablemente nos reportará frutos con el paso del tiempo. “El Yoga es un estilo de vida diseñado para desarrollar y refinar nuestro cuerpo, mente y corazón, nuestros pensamientos, palabras y acciones. Como dijo Steve Jobs una vez; “el viaje es la recompensa””.

Pensamientos

Aprender cualquier cosa requiere entusiasmo, compromiso y perseverancia.

Con una mente abierta, Yo puedo dirigir mi atención hacia adentro y revelar lo que yace.

Yo dedicaré un tiempo para aprender y practicar los principios del Yoga.

Ejercicios

Piensa en un tiempo en el que te hacías cargo de demasiados proyectos al mismo tiempo. Escribe abajo tus pensamientos y pregúntate a ti mismo:

– ¿Qué proyectos podrían haber esperado?

– ¿Cómo afectó este estado (de sobrecarga de trabajo) extendido en el tiempo, a mi vida personal?

– ¿Qué pude haber hecho de forma distinta?

– Piensa en otras áreas de estudio que empezaste pero que no pudiste mantener. Escribe abajo las razones por las que piensas que acabaron. ¿Hubo algo más atrayente en aquel momento que las remplazó? ¿Les diste suficientes oportunidades?

– ¿Qué compromisos de los que has hecho en tu vida te han reportado realización?

Yoga y economía solidaria: un activismo místico

La peculiaridad del yoga es que es una filosofía práctica, encarnada en el cuerpo-mente, con el objetivo del autocontrol mental y la autorrealización espiritual. Por ello enarbola una original teoría de la mente y una completa cosmología desde la trascendencia antrópica. En una dimensión más social, uno de sus conceptos más importantes es el karma yoga, el yoga de la acción. En sánscrito, yoga significa unión y karma significa acción; es la unión mística y disolución del ego a través de la acción desinteresada, la renuncia al fruto de nuestras acciones y el trabajo como servicio devocional, la misión personal/simbólico/social de cada persona que encaja con el flujo del universo. Puede ser considerada, por lo tanto, como una espiritualidad para las personas activistas, y una terapéutica para las intelectuales.

El poema clásico de la India Bhagavad Gita, los Upanishads, y el tratado recopilatorio de la sabiduría yóguica, Yoga Sutras, son los textos inspiradores principales del yoga moderno, el cual se compone también por integrar ejercicios gimnásticos en los últimos siglos, y que se ha popularizado como una actividad psicofísica en todo el mundo en las últimas décadas. De hecho en el imaginario popular, el yoga es más una actividad de fitness y anti-estrés, que un sistema filosófico completo que integra el trabajo sobre el cuerpo pero con el fin último de la iluminación, el cual es un estado alcanzado con ejercicios mentales y respiratorios. Es una especie de ascetismo que enseña a alcanzar otros estados de consciencia utilizando al cuerpo como una llave, una fórmula somática que abre la consciencia.

Debido a su antigüedad de varios miles de años, al yoga se le atribuye un origen mítico. Hace aproximadamente 2 mil años, Patanjali compiló en los Yoga Sutras los fundamentos de la disciplina ancestral, como se practicaba en aquel entonces, en una serie de aforismos crípticos que servían para estimular la discusión entre los aprendices al debatir su interpretación. En ellos se repasa una serie de técnicas y ejercicios pero sobre todo la intención del yoga, que se funda como práctica desde una base ética como primer paso imprescindible e iniciático (no violencia, honestidad, frugalidad, etc.), hasta ir subiendo una escala de progresión con la meditación como herramienta para llegar a la iluminación, estado de éxtasis donde se detienen por completo los procesos mentales y se diluye el ego. Se vacía la mente hacia la totalidad, y al volver de la experiencia es como un reiniciar sin aflicciones y pensamientos predispuestos, re-abrazar el mundo y sus conceptos, y la experiencia cotidiana de lo real desde la serenidad. Por ello es como una terapia para los oficios intelectuales. La sucesión de posturas en la práctica física y el ritmo respiratorio ejercitan, oxigenan y relajan al cuerpo y la mente a la vez que sirven como meditación en movimiento, y la preparan para la quieta meditación final de la práctica, abriendo el potencial de la unión mística en ella. Éste es el principal trabajo sobre la mente, considerada el diamante de la humanidad.

Por otra parte, como mística para activistas, el Bhagavad Gita brinda al karma yoga una vía para la iluminación, que en una dimensión social se identifica en nuestra misión personal en función de la serie de sucesiones que es la transmigración de las almas y la materia por este mundo. La puesta en acto de nuestra misión y su conciliación vocacional lleva al camino de la autorrealización, vivida como plenitud de consciencia sobre la importancia y gran efecto de nuestras pequeñas acciones en la sociedad. El karma yoga propone entender nuestro trabajo como una ofrenda para el bien del mundo, pero si contribuye a lo contrario, al mal vivir, en contra del bien común, se nos devolverá como pena y sufrimiento perpetuo que irá empobreciendo espiritualmente a las personas y los pueblos. En este sentido es que el trabajo activista, la ayuda mutua, la reciprocidad, la bondad son los vínculos compartidos entre economía solidaria y el karma yoga.

Salvar el espacio, salvar el fuego

Es una frase y un sentimiento común, que muchas personas hemos expresado frecuentemente: que tenemos mucho cariño y gratitud con el Espacio Alegre. Esta expresión, por supuesto, es una metonimia, una manera de llamar indirectamente, por uno de uno de sus atributos, a lo que realmente queremos referirnos pero que es difícil de expresar con palabras. Cuando decimos que amamos este espacio, en realidad nos referimos a que amamos al ambiente, a la energía, el recuerdo del cuerpo y el alma de los placeres y sentimientos vividos junto con la comunidad que echó a vibrar este lugar con su presencia y labor durante todos estos años. El Espacio Alegre es el recipiente donde vertimos nuestra práctica para llenarlo de un agua devocional, esa dedicación con la que compartimos y nos transformamos con el yoga.

Esa transformación, esa intención y devoción, no puede ser mejor simbolizada que con el fuego. Un fuego interno que cada quien alberga en su corazón pero del que saltan llamaradas para juntarse y abrasarse en la ceremonia grupal, en la clase, en el flujo armónico de la danza yóguica.

Así, cuando hemos escuchado a varias personas la expresión de “salvar el espacio”, sabemos que nos referimos a salvar el fuego espiritual, mantener la flama encendida de la comunidad yóguica que se gestó dentro de este salón, el espacio Alegre. Hay una imagen en el pasado de la humanidad, de cavernícolas cuidando la llama obsequiada por el cielo en forma de rayo. Este cuidado del fuego real, ha acompañado a la concepción simbólica del trabajo humano. La persona se auto-realiza a través de su trabajo, de su acción, de la actitud ante el fruto de su esfuerzo, y de la devoción que ponga en este trabajo. Aquí entra en conjunción, en cruce fortuito y fecundo, la relación entre el cooperativismo y el karma yoga: el trabajo como acción transformadora y fin último de una empresa ética y solidaria como Yogalegre.

Consideramos que las grandes obras humanas son las que trascienden a las personas y se pasan de una generación a otra para que la labor sea continuada. Hoy honramos a quienes iniciaron este fuego del que ahora somos guardianes, a las asociadas y ex-asociadas de Yoga con Gracia, y ahora a las socias y socios de nuestra alegre cooperativa .